Algo que Leer: Los Hijos de la Tierra I - El Clan del Oso Cavernario

dimecres, 14 d’agost del 2013


Título: Los Hijos de la Tierra I: El Clan del Oso Cavernario [Earth's Children: The Clan of the Cave Bear]
Autor: Jean M. Auel
Idioma original: Inglés
País: EUA
Editorial: Licencia editorial para Círculo de Lectores por cortesía de la autora.
Primera Edición: 1980
Traducción: Leonor Tejada Conde-Pelayo
Número de páginas: 573 pág
Género: Narrativa, Histórica
ISBN: 9788422644033

Sinopsis:
"Ayla, muchacha del clan, las tradiciones son antiguas. Hemos vivido con ellas durante generaciones, casi desde que el clan existe. No has nacido de nosotros pero eres uno de los nuestros, y debes vivir o morir según nuestras propias costumbres. [...] También el castigo forma parte de nuestras tradiciones. Así vive el clan y no se puede cambiar."

Algo que decir:
El Clan del Oso Cavernario es el primero de una serie de 6 libros, en los cuales se narra no solamente la historia de su protagonista, Ayla, sino que se ilustra de forma perfectamente tangible el proceso de transición durante la evolución de la especie humana: sus hábitos, creencias, habilidades físicas y sociales.

Una pequeña niña cromañón pierde a sus padres durante un terremoto. Desorientada, herida y hambrienta vaga sola hasta caer presa de la fiebre y el agotamiento pero, afortunadamente, es rescatada por Iza, la curandera de un pequeño clan de neandertales que habiendo perdido su cueva también por efecto del terremoto se encuentran viajando en busca de un nuevo lugar donde asentar su campamento. Debido a su privilegiada condición de curandera dentro del clan, Iza es autorizada a cuidar de la niña y, más adelante, gracias a la intervención del tullido brujo del clan, Creb, también le es permitido adoptarla como si se tratara de su propia hija. La pequeña Ayla chocará contra toda clase de muros culturales al intentar integrarse en el clan: en primer lugar, ellos no utilizan el lenguaje verbal sino que se comunican casi exclusivamente gesticulando con sus manos, ¿qué son esos extraños sonidos que se empeña en emitir la niña extraña? Sus costumbres son distintas a las del clan, también su cuerpo y su rostro lo son, haciéndola parecer inevitablemente extraña, indeseable a los ojos de ellos.
Ayla crecerá rodeada del rechazo y el desprecio de una especie que se precipita irremisiblemente a la extinción, cautivada por sus terribles espíritus y dominada por las imposiciones de sus restrictivas costumbres, entre las cuales el papel de la mujer está muy por debajo del de los varones y no hay lugar para una hembra como ella, no solo fea sino también descarada.

Me gustó muchísimo éste libro, aunque es ese tipo de escritura que por naturaleza me cuesta, con descripciones interminables como las del amigo Tolkien... es curioso como Jean M. Auel consigue enganchar al lector con una historia que, sin llegar a ser exactamente aburrida, no cuenta tampoco con una trama delirante o especialmente emocionante. La palabra clave para El Clan del Oso Cavernario es descriptiva: la novela es tremendamente descriptiva, hasta la última hoja de cada árbol, sus usos medicinales, el proceso de curtición de las pieles o el método de trabajar el pedernal... lo describe absolutamente todo, de modo que en parte es la historia de Ayla lo que lee uno, pero en parte es también un simple y llano estudio de la prehistoria extremadamente minucioso y detallado hasta lo imposible.
¿Por qué me gustó, entonces, si no es ningún secreto que a mí eso de la historia en plan riguroso es algo que me cuesta bastante? Pues no lo sé, la verdad, es un misterio para mí también! Me cautivó Ayla, como personaje, porque sin ser la perfecta heroína que tan a menudo nos venden en la literatura o el cine, es una chica muy adelantada a su época, valiente, atrevida y, bueno: es la primera feminista! Sólo por eso ya debería caerme bien, no? Ayla desafía todos los tabúes del clan, sin siquiera pretenderlo y sin un atisbo de maldad, pero lo hace: se trata de algo que forma parte de ella y que, a pesar de todo su esfuerzo, nadie consigue dominar, ni tan solo ella misma.
Yo es una lectura que recomiendo, a sabiendas que a muchos no les gustará, pero ahí queda la cosa... si pudisteis con El Señor de los Anillos (que a mí me pareció un peñazo), podréis con esto.

Para hacer boca (fragmento extraído de una página al azar):
"…
Aunque se esforzaba por imitar el porte sumiso de las mujeres del clan, no tenía sus piernas cortas y arqueadas. Por mucho que tratara de dar pasos cortos, sus piernas, más largas, daban trancos más largos, casi masculinos.
Pero no eran sólo sus piernas largas lo que la hacía diferente. Ayla irradiaba una confianza en sí misma que ninguna mujer del clan sentía nunca. Era cazadora. Ningún hombre del clan era mejor que ella con su arma, y ahora ella lo sabía. No podía fingir sumisión a la gran superioridad masculina puesto que no la sentía. Carecía del compromiso del convencimiento genuino que formaba parte del atractivo de una mujer del clan. Ante los ojos de los hombres, su cuerpo alto y esbelto, carente de todos los atributos femeninos, y su actitud inconsciente de seguridad, le quitaban cualquier mérito a su harto dudosa belleza; Ayla no era sólo fea, carecía además de feminidad.
..."

Algo que Leer: El Contador de Historias

dissabte, 10 d’agost del 2013


Título: El Contador de Historias [The Hakawati]
Autor: Rabih Alameddine
Idioma original: Inglés
País: Líbano
Editorial: Licencia editorial de debolsillo, cortesía de Random House Mondadori
Primera Edición: 2008
Traducción: Tonin Hill Gumbao
Número de páginas: 660 pág
Género: Narrativa, Histórica, Mitologia
ISBN: 9788499082622

Sinopsis:
"Escuchad. Dejad que os guíe en un viaje hacia los confines de la imaginación. Dejad que os cuente una historia...

Así empieza a hablar Osama, el hombre recién llegado a Beirut que a lo largo de estas páginas nos desvelará los secretos de su estrafalaria familia y muy en especial del abuelo, un hombre que había dedicado su vida al ilustre oficio de contar historias en bares y mercados. Nadie como él sabía hablar de héroes y villanos, de princesas y esclavas, de tesoros ocultos en ciudades encantadas; nadie sabía mezclar tan sabiamente los hilos de la realidad y la leyenda; nadie, en fin, mejor que él para hacer de la vida un cuento mágico. Osama decide seguir los pasos del abuelo y El contador de historias es su manera de llevarnos a un mundo donde todo es posible, incluso la felicidad."

Algo que decir:
"Si te apasionan las historias de amor, lee El contador de historias.
Si prefieres las aventuras, lee El contador de historias.
Si lees para estar informado, lee El contador de historias.
Si sólo lees los clásicos, también disfrutarás con El contador de historias.
Rabith Alameddine es nuestro contador de historias y muy pronto todo el mundo sabrá pronunciar su nombre." (Amy Tan)


De padres drusos libaneses, Alameddine creció en Kuwait y el Líbano, país que abandonó a los 17 años para vivir en Inglaterra y luego en California.
Amante de las matemáticas, se licenció en ingeniería en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) e hizo un máster de negocios en San Francisco, pero pronto abandonó la profesión. Tras pasar unos años dedicado a la pintura, descubrió su verdadera vocación en la escritura.
Su primera novela fue Koolaids: The Art of War (1988), a la que siguió la colección de cuentos The Perv: Stories (1991). Después apareció I, the Divine (2001) y finalmente The Hakawati (2008). Esta novela, fruto de ocho años de intenso trabajo, ha recibido el aplauso de la crítica y ha sido traducida a diez idiomas, entre ellos el español.
Actualmente vive entre Oriente y Occidente, en Beirut y San Francisco y colabora con diversas publicaciones, entre las cuales se puede citar la revista Zoetrope y los periódicos The Los Angeles Times, Corriere della Sera y Al-Hayat.
Aunque de padres creyentes (drusos), Alameddine es ateo. Sobre las religiones ha dicho: "Cualquier religión —ya sea el cristianismo, el judaísmo o el islamismo— es opresiva. Unas más que otras, pero todas ellas oprimen al individuo de alguna manera".

El Contador de Historias llegó a mí de pura casualidad, como suele ocurrir, mercadeando por los puestos del mercado de los Encantes de Barcelona (lo compré al mismo tiempo que Carrie, fueron una verdadera ganga). De primeras me llamó la atención por su aspecto viejo y desvaído: me gusta comprar libros viejos en los mercadillos, de los que ya no se encuentran frecuentemente en las librerías, y viéndolo todo amarillo pensé que debía ser del año de la caspa... me leí la sinopsis y, no teniendo muy claro su contenido real, decidí que por lo que pedían por él bien me podía arriesgar a cargar con una mala novela. Pues bien: me llevé una buena novela, pero -aunque da bastante igual- ni de lejos tan vieja como yo pensaba; simplemente es una edición del 2011 de calidad más bien mediocre.

La novela se encuentra dividida en cuatro partas, "libros", los cuales vienen definidos por hechos transcendentales en la trama(s). Alameddine teje con exquisito talento y precisión distintas tramas argumentales a partir y en derredor de la que parece ser la principal: el regreso de Osama a su Beirut natal para velar a su padre en su lecho de muerte; aunque curiosamente, por contra, el libro ya no empieza con su historia sino con la de la bella Fátima, a quien el emperador manda en un azaroso viaje en busca de un remedio para que su esposa pueda concederle un descendiente varón. Paralelamente al desarrollo de las historias de Osama (ambientada en la época actual) y la de Fátima (de aspecto mitológico) se van revelando infinidad de otras tramas, ya sean éstas en forma de recuerdos e intrigas familiares de la ascendencia de Osama o como cuentos, dentro de cuentos, dentro de cuentos...


No iba errada Amy Tan con su comentario sobre El Contador de Historias: romance, aventuras, historia, fábulas y relatos populares... hay un espacio para todo ello en la obra de Alameddine, quien consigue aglutinarlo de forma sorprendentemente ligera, fácil y agradable de leer.
Tengo presente que no es el tipo de libro que gustará a todo el mundo: cuesta un poco coger el ritmo al principio, hasta que comprendes y te acostumbras a los saltos de una a otra trama, hasta que eres capaz de reconocer a los personajes y hasta que te empapas de ellos. También el estilo de escritura es bastante particular, un pelín lento a veces, otras da la impresión de estar acelerado, fluyendo entre imágenes de lo más poéticas al constructivismo más crudo, salpicado aquí y allí de un humor bastante ácido (especialmente en la trama de Fátima, que es una tía ahí, bien).


Para hacer boca (fragmento extraído de una página al azar):
"…
Todos los pintalabios se habían desvaído a excepción del pintalabios de Marlene Dietrich, que parecía retocado: el cigarrillo quebraba la línea roja. Un tiburón, Robert Shaw, Roy Scheider y Richerd Dreyfuss anunciaban la película Lo squalo. Gene Kelly bailaba, Johnny Weissmuller era Tarzán. Escenas de playa sacadas del Dr. No y de De aquí a la eternidad. Dustin Hoffman con un muslo de mujer y subido a un caballo rodeado de indios. Los Oscars en múltiples fotos. El delicioso antebrazo de Rita Hayworth en Gilda, los sedosos ojos de Elisabeth Taylor en Un lugar en el sol. Mae West, la bella de los noventa. Franco Nero, espectacular en la sombra, Robert Redford y Paul Newman, Steve McQueen en Tom Horn, William Holden y Kim Novak, Dean Martin y Jerry Lewis, Ursula Andress, Romy Schneider y Dalida. Judy Garland, Judy Garland, Judy Garland.
Pero en el extremo inferior derecho había un hueco: una foto había sido arrancada y ahora se veía el yeso de la pared. No hacía falta que me dijeran quién la había arrancado ni qué foto era. Después de la muerte del tío Yihad, mi padre no habría querido que nadie viera la imagen de Alan Bates y Oliver Reed besándose con pasión. Mi padre debió de pasarse un buen rato para arrancarla.
El dedo aún me sangraba. Me pasé la sangre por los labios y besé el hueco en la pared. La marca roja de mis labios podía compararse con la de los labios de Marlene.
..."

Pongo otro, simplemente porque me gusta el mito de Lilith y creo que Marwa también necesita más amor:
"...
Adán se aburría. El Jardín del Edén era encantador, pero quería a alguien con quien hablar.
-Querido Dios -rezó- necesito compañía.
Dios le concedió una compañera. De la cola de Adán se creó a una mujer, Marwa, pero esta resultó ser tan traviesa como un mono. Adán no estaba contento.
-Querido Dios, necesito una compañía mejor.
Eva salió de la decimotercera costilla de Adán. Las mujeres decentes pueden tomar a Eva como su más remoto ancestro. Todas las chicas malas descienden de Marwa.
Esta leyenda tiene una contrapartida judía en la de Lilith, que fue creada al mismo tiempo que Adán, a partir del mismo polvo.
-Soy tu igual -dijo ella-. No me limitaré a yacer indefensa a tus pies. También yo busco realizarme.
Adán protestó y Dios creó entonces a Eva de su costado para que estuviera a su lado, le apoyara, se sometiera a él.
¿Y Lilith? Pues Lilith se apareó con los demonios de las orillas del mar Rojo. Dios renegó de ella.
No sabría deciros si Fátima desciende de Lilith o de Marwa, pero lo que sí puedo afirmar es que tenía poco que ver con Eva.
..."

Algo que Leer: Besos que fueron y no fueron

dimarts, 6 d’agost del 2013

Título: Besos que fueron y no fueron
Autor: David Aceituno
Idioma original: Español
País: España
Editorial: Licencia editorial para Círculo de Lectores, cortesía de Random House Mondadori
Primera Edición: 2011
Traducción: -
Ilustración: Roger Olmos
Número de páginas: 96 páginas
Género: Ilustración, Fantasia, Investigación
ISBN: 9788467237726

Sinopsis:
"Ella no sabe que un beso puede cambiarlo todo,
convertir al sapo, si no en un príncipe,
sí en un sapo mejor.
Ella sueña con el príncipe azul
porque soñar es tan propio de princesas
como ser azul es típico de príncipes.
Sostiene al sapo don delicadeza en el cuenco de las manos,
como se sostiene un libro con historias de amor dentro.
Está nerviosa y feliz y asustada al mismo tiempo.
¿Cómo será su historia de amor?
¿Acaso no son los besos siempre protagonistas
y los príncipes y las princesas personajes secundarios?
Está a punto de comprobarlo.
Suspira, entrecierra los ojos y se deja llevar."

Algo que decir: 

Hace algunas semanas llegó a mis manos esta pequeña maravilla de la creación editorial: un auténtico regalo para los ojos. Nacido de la pluma (o bolígrafo, o teclado... lo que sea) de David Aceituno y maravillosamente ilustrado por Roger Olmos, Besos que fueron y no fueron rescata personajes de la narrativa popular como Peter Pan y Wendy, el Hada Malvada, o la Bella Durmiente, y los mete en la batidora junto a personajes de cosecha propia como el Robabesos, Barbaespesa, el Príncipe Delicado, el Hada Inconstante y Tía Emília, cada cual listo para contar su particular historia y percepción del arte de dar y recibir besos.

Besos que fueron y no fueron es a un tiempo libro de cuentos y manual del buen besador (o besado), recomendable tanto para lectores voraces como para los más artísticos a quienes les guste recrearse en los detalles de una buena ilustración. Se convierte en otra de esas joyitas que vienen poblando mi estantería, que dan un poco de mal colocar por su formato (30'5x27'5cm, aunque lo he visto también en librerías más pequeño) pero que bien merecen el esfuerzo.

Booktrailer:
 
Para hacer boca (fragmento extraído de una página al azar):
"
De combinar con tino las pócimas de mi lista,
asegura el alquimista.
¡Del perfume de una flor! ¡Del corazón directamente!,
grita el príncipe delicado mientras se lleva la mano a la frente.
Equivocados estáis, ¡pues de la juventud vienen y a la juventud van!,
asegura Peter Pan.
¡No es cierto! ¿Acaso no puede besar a cualquier edad
todo aquél que quiera?,
pregona la costurera.
¡Esas rimas son terribles, suenan tópicas y rimbombantes,
como la canción del verano, de modo que dejad la música a Cyrano!,
dice con aplomo Morgan Kovalski,
rector de la Universidad Científica del Beso. Y concluye:
"Es el cerebro quien da la orden en función de unas reacciones químicas.
Y no hay más."
¡Hay una máquina muy cerca de aquí que los fabrica!,
grita Romeo.
Y árboles maravillosos de los que brotan besos al compás de mi varita,
susurra el Hada Inconstante.
¡Callad de una vez! ¡Los besos no existen! ¿Acaso no lo sabéis?,
maldice el Hada Malvada.

Cuando todos callan y miran al techo como si estuvieran pensando,
habla Madame Bechamel, la prestigiosa chef nacida un 27 de agosto,
de más de cien años y ganadora de tres tenedores de acero inoxidable
por sus recetas con besos. Dice con cautela:
Quizá todos tengáis razón, cada uno lo vive a su manera.
Lo único que yo puedo explicaros es...
..."
Besos de Pirata
El Beso más largo de la Historia
El Beso de la Costurera