Algo que leer: Corpúsculo. Una parodia peligrosa

divendres, 15 de juliol del 2011



Título: Corpúsculo. Una parodia peligrosa [Nightlight. A parody]
Autor: The Harvard Lampoon
Idioma original: Inglés
País: USA
Editorial: Debolsillo
Primera Edición: Junio 2010
Traducción: Teresa Camprodón
Número de páginas: 187
Género: Romántica, Humor, Juvenil, Parodia
ISBN: 9788499086507

Sinopsis: “Estaba completamente segura de tres cosas. La primera: con toda probabilidad Edwart era mi alma gemela, tal vez. La segunda: había en él una parte vampírica –la cual yo suponía por completo fuera de su control- que me quería muerta. Y la tercera: yo deseaba incondicional, irrevocable, impenetrable, heterogénea, ginecológica y vergonzosamente que me besara.”

Algo que decir:
Realmente, no hay gran cosa que decir al respecto: una parodia de la saga Crepúsculo (saga que podría ser interesante reseñar algún día… ya veremos), de Stephenie Meyer, orquestada por los adorables cabroncetes The Harvard Lampoon.
Realmente, se limita básicamente a machacar el primer libro de la saga, que daba nombre a la misma: Crepúsculo, aquí adaptado como Corpúsculo. Aunque hace mención al resto de títulos de la misma, no tiene pinta de que vayan a sacar secuelas… casi mejor en realidad: basta de trilogías, cuatrilogías, y quintologías. ¡Basta!

Se trata de una crítica relativamente fácil, mordaz, de lectura rápida y muy ligera. La archiconocida Bella Swan (Cisne) se transforma aquí en Belle Goose (Ganso), una egocéntrica chica de Phoenix que se muda con su padre al recóndito Switchblade (Navaja Suiza, en contraposición al Forks –Tenedores- de la novela original) para dejar a su madre híper-dependiente viviendo una especie de nidito de amor con su segundo marido. Allí conoce a Edwart Mullen (Verruga), un centelleante chico loco por los ordenadores y con 0% de interés en las chicas, en el que observa toda clase de extraños comportamientos –como dejar intactas sus patatas rellenas o salvarla de una bola de nieve- que la inducen a resolver, irremediablemente, que se trata de un vampiro.
De ahí en adelante toda su obsesión se centrará en conseguir enamorar al anti-social Edwart y conseguir, obligar si es preciso, que éste la convierta en su compañera vampírica para toda la eternidad.

A mí me gustó bastante. Recomiendo haber leído la novela original antes que ésta, ya que aunque se puede disfrutar de ella igualmente, la gracia de los chistes radica en entender de dónde salen… aunque hay que agradecer a los editores el haber incluido toda suerte de notas al pie para aclarar ese tipo de cosas, que harán las delicias de los neofans incultos.

No me ha parecido taaan divertido como cabía suponer, ni como sugerían algunas críticas que tuve ocasión de leer con anterioridad… pero pasas un buen rato de todos modos, y es una buena lectura para llevar por ejemplo, en los trayectos de bus/metro, o para leerse un capítulo antes de ir a dormir. No engancha al estilo de coger el libro y no soltarlo hasta que terminas de leer la última página, pero sí para ir consumiendo capítulos salteados, de forma constante pero distendida.
Yo la recomiendo, a tod@s aquell@s fans de Crepúsculo que, habiendo (o no) terminado la saga, decidieron que si Stephenie Meyer puede escribir ASÍ y forrarse -como ha hecho-, ¡todos podemos!

Para hacer boca (fragmento extraído de una página al azar):
“…
Caminamos juntos, con los dedos índices románticamente entrelazados. El cementerio se alzaba ante nosotros, cubierto por una oscura niebla nocturna, alumbrado sólo por una luna de plata. ¡La luz del corpúsculo! Quiero decir, ¡la luz del crepúsculo!
Sentía que el entusiasmo burbujeaba en mi interior. Sí, mi conquista romántica estaba por fin a punto de hacerse realidad. Demostraría a Edwart que yo era elegible para convertirme en vampira, llevándolo a un lugar que, de forma algo así como tangencial, tiene que ver con los vampiros. Era un plan impecable.
¡Chico, cómo se sorprenderían mamá y papá! ¡Y la gente de Phoenix! Al final de la noche no sólo sería vampira, sino que al fin conseguiría tener agujereada la parte superior de la oreja. Antes de que Edwart me mordiera, le pediría que me apretara la mano con fuerza y me clavara un colmillo en el cartílago de la oreja izquierda. Esperaba que llevara encima un pendiente provisional hipo alergénico. Me pregunté qué pensaría la gente del instituto cuando viera a mi Nueva Yo. Pensaría: ¡Ahhh! ¡Una vampira! ¡Clavadle una estaca!
…”

2 comentaris:

Patricia K. Olivera ha dit...

Hola, Misha!!
Que interesante reseña, tengo el libro guardado en archivo y la verdad que por tus comentarios me ha resultado muy graciosa.
Bueno, no sé si ya sabrás, pero soy tu madrina en apadrina un blog. Un gusto!!
Mi blog es Musas Cuenteras (mismusascuenteras.blogspot.com) y ya pondré allí mi enlace y entrada a tu blog. Espero que tengas muchas suerte y pronto tus seguidores sean muchos, lo mereces.

Besos

Misha_usa ha dit...

Buenas!
Gracias por pasarte por aquí, me alegro que te gustara la reseña :)
No sabia todavía que hubiera conseguido madrina, qué bien! De inmediato voy a visitar tu blog y añadiré el enlace también. Muchas gracias~

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